jueves, 26 de junio de 2008

Chinorrata... mi billetera

El infecundo del “chino” Facundo “Chang” es un caso extraordinario. No tiene nada de oriental, pero es fujifanático a mares. Entenderán entonces por qué le decimos chino “Chang” ¿Lo entendieron?

Lo que pasa es que también le decimos “Chang” desde que engordó 90 kilos, por eso, cuando lo vemos le gritamos ¡Chino-Chang-chito! –ojo, sólo quienes le tenemos confianza absoluta y aquellos temerarios que se arriesgan a un pulverizante kara-tazo, porque el chino Facundo es experto en todas las materias del acné, que nada tienen que ver, pero que, cuando se arrebata, vaya uno a soportarle la cara de buldog con barritos que se le frunce.

Hace poco nos vimos. El gordo tenía la expresión flemática de siempre, la de un hombre feliz, la de un gordo bueno, bonachón; un pan de Dios que se iba hasta la calle Colina a recoger un cuadrito que juró mostrarme si lo acompañaba.

Lo hice, y no por curiosidad al susodicho cuadro, sino para saber si la humanidad del gordo seguía con el rollo del anticucho fujimorista que siempre lo había caracterizado.

Y ustedes qué creen.

Me mostró de su billetera un carné que certificaba –por fin, porque antes sólo era hincha- su anhelada militancia al partido (ahora ya saben los méritos de Facundo para ser un infecundo).

Estamos preparando la campaña: Liberen a Fuji, me comentó, muy entusiasta y con la sonrisa de oreja a oreja que parecía que en cualquier momento se las mordía.

En ese momento se me estiraron las tripas. Empecé a remangar la memoria para revolcarlo con cada uno de los delitos de lesa humanidad cometidos por el gobierno de aquel ex dictadorzuelo, sátrapa y fugitivo Inami Mitsumoto, o simplemente Alberto Fujimori en cuestión.

...Estaba en mi salsa refutándolo a diestra y siniestra justo cuando de pronto algo atropelló mi careo con el gordo.

¡Eran los jinetes del apocalipsis fujimorista quien me interrumpieron con una marcha! ¡los desmemoriados sociales, la vergüenza ajena! Ah no, me achoré; así  no vale. Pero era tarde porque el gordo se había entusiasmado tanto que comenzó a corear esa conocida frase de antología: ¡chino, chino, chino!.

Qué era. Que una fauna de simpatizantes con pancartas, fotos, binchas, banderolas, pitos y matracas fujimoristas, nos envolvió de buenas a primeras. Todos, con el pulmón en la boca y porfiando: ¡Se viene! ¡se viene! ¡el chino sí conviene! ...y a mí lo que se me venía era el desayuno que en ese momento se me avinagró...

Por supuesto que me quedé mirando la escena con la misma contemplación que se merece la sarna, una ameba o un bacilo de koch, a diferencia del infecundo de Facundo, quien al parecer, ya había ensayado todos los pasos del baile del chino, pues lo vi contoneándose y con los brazos en alto y al medio de semejante bochinche peliculero que además lo levantaba en peso de cuando en cuando.

El gordo estaba en su jarana. Estaba feliz.

Micki -no el ratón-, sino yo, por salud mental me arrimé a un lado a esperar que la turba despidiera en algún momento al gordo, secuestrado por aquella -hay que reconocerlo-, libre, respetable y a la vez, cultura de la pluricultura amnésica que todo lo consciente en éste país 

Cuando todo pasó, el infecundo del chino Chang -chino de risa también- me dijo que sólo el fujimorismo, que crecía a pasos -con él a pesos-  agigantados, salvaría el país, porque eran un sentimiento, una hermandad...

Con ese floro me tuvo hasta que llegamos al taller de la marquería de la calle Colina donde le entregaron el dichoso cuadrito envuelto en papel cometa que ningún interés me causó.

Te voy a enseñar mi religión, me dijo orgulloso el gordo.

...Era la foto ampliada del prófugo. Qué más se podía esperar. 

Nada había de extraño hasta ese momento si el gordo, después de recibir la factura por el trabajo y teniendo al maestro de los cuadros con la mano esperando su respectivo pago, no se hubiera puesto a rebuscar algo que sus manos no encontraban.

Rebuscó en el bolsillo izquierdo del pantalón, en el derecho, en el bolsillo de la camisa, en la casaca. Se miró hasta los calzoncillos y volvió al pantalón. El gordo empezó a sufrir, a ponerse más pálido que un tuberculoso, esta vez, ya con la expresión de un diarreico al que la pila le ganó la carrerita al fondo a la derecha.

Pobre gordo. No encontró ni aire en los bolsillos. 

¿Su billetera, dónde estaba? 

¡-No! 

-Sí -le decía yo. 

-¡No puede ser! -volvía a porfiar.

-Sí -le dije-. Lo supuse; acabas de ser asaltado. Un robo pluscuamperfecto gordito -le repetía. 

Honestamente lo habían levantado en peso.

Se puso a llorar como un niño. 

¡Ya vez, el chino fugitivo tiene la culpa! -recuerdo haberle dicho con crueldad.

¡Chinorrata mi billetera! -también recuerdo que gritó, y en el fondo ni siquiera por su billetera, sino por su primer carné de militante que allí estaba, y que tenía que volver a tramitar si quería ganarse un puestito de empleado público con algún fujicongresista.

La verdad es que hasta hoy no lo entiendo.

Hasta que apareció nuestra ex productora

* CONVERSÓ DE TODO UN POCO CON “UY, QUÉ MOONO”

Recordada productora radial Ortiz Natty reaparece en el msn
* CAUSA SOBRECARGA EN EL INTERNET Y REVUELO ENTRE MILES DE FANS
* HEROICO PERIODISTA LOGRA PRIMICIA INTERNACIONAL (TRADUCIDA A SEIS IDIOMAS)


Gran expectativa causó esta semana la reaparición de la recordada Súper Ortiz Natty,

productora del famosísimo programa radial “Club de Amigos”, quien, sorteando los ajetreos de una (...como siempre) recontra-ultra-archi-híper recargada agenda,
decidió, para deleite de sus miles de hinchas, seguidores y franelas, conversar
con la revista de culturas “Uy, qué moono”.
Con su trilce y pueril sonrisa –además de su pucherito de siempre- (con la que cautivó a sus miles de cams) a través de una web fans, nuestro aguerrido reportero (ascendido –a la azotea, junto con las cuculíes- por su heroica hazaña)
logró lo que nadie; una deliciosa conversación con la creadora del espacio radial “Conociendo el Perú


(PARTE-te 1 –después nos partimos otro-)

UY, QUÉ MOONO: ¡Súper Ortiz! (efecto de sonido del teclado). Productora cómo está usted, qué suerte encontrarla por aquí. Viéndola recuerdo los días donde, usted sabe..., andaba de un lado a otro, corriendo con la música, con los guiones... y hasta los “brutus interruptus” del conductor que dirigía, -por cierto qué será de ese individuo- y si no me equivoco eran allá por los meses de su apogeo radial, junio o julio del 2003... no recuerdo bien, me hago bolas.

SÚPER ORTIZ NATTY: ¡¡¡Oye, hola!!! (más efecto de sonido del teclado) ya no te hagas bolas, te contaré que me traen grandes recuerdos esos días. Andaba muy ajetreada aunque en el fondo pienso que habían muchas cosas que se debían cambiar para mejorar el programa...

UY, QUÉ MOONO: ¿...Mejorarlo más todavía, productora? (...y dale con los efectos del teclado)

SÚPER ORTIZ NATTY: Creo que sí, pues siempre se pueden sacar cosas provechosas después de todo. Recuerdo que al programa le cambiamos la estructura tantas veces antes de lograr el producto final; aunque en el camino había cosas que me daban gracia...

UY, QUÉ MOONO: Cómo qué, cuéntenos Súper Natty.

SÚPER ORTIZ NATTY: Recuerdo mucho los correos que enviaba el conductor; una barbaridad para escribir, ¡tenía tales horrores ortográficos...! Un día tuve que llamarle la atención porque ya era de lo peor. Le dije: ten cuidado con lo que escribes, mira que cambiar una T por una L puede ser nada, pero no te acostumbres: ¡mira que redactas en un diario! Me refería al siguiente párrafo: “La verdad es que no me amilano con el hecho Súper Natty, sino que ya no “te” tengo el mismo interés que tenía hasta antes del domingo y te confieso que si hago lo que me he comprometido es ya sólo compromiso”.

“I hate you, really I can't forget that...

can you understand?
No... well is your problem because
you're a bad partner”


UY, QUÉ MOONO: ¿Y él tomaba en cuenta tus recomendaciones?, mira que era un tipo raro...

SÚPER ORTIZ NATTY: ...Recontra. Lo único que sé es que estaba loco de remate...

UY, QUÉ MOONO: ¿De remate? Por qué. Cuente, cuente productora...

SUPUESTO ROMANCE

SÚPER ORTIZ NATTY: Creo por los muchos periódicos baratos que leía. Por cierto, una vez en unos de esos diarios chicha salió una nota mía donde decían que andaba enamorada y me inventaron un romance de la nada... ¡y encima con un coreano!, cuando todo mundo sabe que soy fanática de Chum Lee, que es Japonés...

UY, QUÉ MOONO: ¿Chum... Chum... chumchumlí, de los anticuchos...?

SÚPER ORTIZ NATTY: ¡Nooo...! ¡Chum Lee, el de los animes!

UY, QUÉ MOONO: Bueno, bueno, no se me engorile productora. Pero volviendo al romance, ¿había algo de cierto en esos rumores? Recuerde que hubo medios que publicaron copias de su correo.

SÚPER ORTIZ NATTY: ¡Qué curiosos que son ustedes! (Se ríe)

UY, QUÉ MOONO: Entonces sí hubo algún romance de primavera...

SÚPER ORTIZ NATTY: Cómo crees, lo del mensaje de primavera fue porque varias compañeras me dijeron que el primer párrafo, de un e-mail que envié, daba a notar que estaba enamorada... Hay una persona a la que también envíe ese mensaje, si lo ha leído y ha interpretado lo mismo, no sé qué pudo haber pensado (¡no quiero imaginarlo!). ¿Satisfecha tu curiosidad?

LA MANCHITA RADIAL

UY, QUÉ MOONO: (Siguen los efectos del teclado) Productora, háblenos de los demás chicos del programa... La prensa especuló en su momento algunos roces con la producción a tu cargo.

SÚPER ORTIZ NATTY: Particularmente no creo que esté en este mundo para caerle bien a todos o para que todos me caigan bien, a veces algunas personas me son indiferentes debido a diferentes razones, sin embargo...

UY, QUÉ MOONO: ¿...Te refieres a alguien en especial?

SÚPER ORTIZ NATTY: Digamos que es un comentario general...



UY, QUÉ MOONO: ¿Y Miluska?


SÚPER ORTIZ NATTY: Milu nunca me cayó mal, pero siempre buscaba conceptualizar las cosas, cada vez que hablaba parecía que estuviera abriendo un libro y eso en verdad me hacía pensar que hace mucho no leía uno. (Risas)

UY, QUÉ MOONO: Usted siempre diplomática, productora.

SÚPER ORTIZ NATTY: Me gustaría poder ser un poco más analítica, pero si eso significa buscarle un "tecnicismo" a cada cosa que me rodea o buscarle un concepto, no me gusta la idea.

LA FRASE IN ENGLISH

UY, QUÉ MOONO: Cuéntanos un poco la historia de esa frase suya en inglés, que por cierto se hizo muy famosa en la mayoría de países latinoamericanos. En Hollywood se rumorea que los actores Gillian Anderson y David Duchovnick la interpretarán muy pronto en un capítulo especial de los Expedientes Secretos X.

SÚPER ORTIZ NATTY: (Risas) Aún se están coordinando los guiones. Todo empezó en el mes de setiembre del 2003, me preocupé por el conductor. Nunca llegaba a la hora, era muy tardón, me sacaba de quicio...

UY, QUÉ MOONO: ¿Lo odiabas?

SÚPER ORTIZ NATTY: No, para nada, pero recuerdo que una vez le escribí que sí, que lo odiaba porque no te imaginas dónde andaba...

UY, QUÉ MOONO: ¿...En una chinganita del centro de Lima?

SÚPER ORTIS NATTY: Bueno fuera; ¡estaba en su casa el niño! Recuerdo que le escribí: Ay Efraín... te odio... ¡estabas en tu casa y ni siquiera me pasaste la voz!

UY, QUÉ MOONO: Pero en qué momento entra lo de la frase en inglés productora...

SÚPER ORTIZ NATTY: Eso fue en un arranque de querer jalarle las orejas, pero como no estaba lo único que se me ocurrió fue escribirle: “I hate you, really I can't forget that... ¿can you understand? No... well is your problem because you're a bad partner”, de pasada que ejercitaba el idioma... ¿no crees? (Risas).

________________________________________________________________________
(En nuestra próxima edición, la segunda parte-te –la tercera también te la partes...- de esta deliciosa y reveladora entrevista a cargo de nuestro reportero estrella... -por cierto, ¿cómo se llama el redactor?- ...bueno, no se olvide de adquirir ¡Uy, qué moono!, en su puesto favorito).



Efraín Quispe Melgarejo

Olemos tu rollo, pana

De lo peor. Ya fuiste compadre. Habla nomás que ya estamos hartos, olemos tu rollo, pana. Bacán todopoderoso, que pena, pana, te la hicimos con el TLC. Reniega, haz tu pataleta, insulta, haz tu show. Patéticos exabruptos, igual te van a aplaudir –pobres, sino los encarcelas; pobres, delincuente de dignidad; pobres. 

No quieren contigo, te odian, hablan mal de ti, viven asqueados; lo saben, sobrevivir es la consigna, y aplauden. Así cualquiera, tío, la coyuntura, pana-. Cuba, tu modelo, detrás está Bolívar. Claro, dos soles no brillan en un mismo cielo; asistirás a Bolivia, claro, siempre debajo de ti –tú sabes que son migajas-. ¿Lo mismo acaso con nosotros? Ya pues, a ver, ya, Chávez-Cristo. 

No me atarantes, hombre, y santifica nomás al coma-andante Humala; me huele a Evo, ...pof!, la misma colonia que no sudas. Tú hueles a dólar, pana, a ochenta mil millones de dólares cada mes. Ya quisiera Evo tener tus petro-olores, o sea, tus petro-dólares, da igual, al fin y al cabo, después, si termina su mandato, estará quemado y tú seguirás; control machete ...dame, dame, dame el power. Ya quisiera Ollanta tener tus acuerdos militares. Se la hiciste, el mismo romance castrista, el comunismo salvador, la paranoia iraquí, un salvavidas asolapado a los que aterran en Colombia, la reverencia coreana a tus retratos -¡oh my god!-, ya quisieras eso, caficho de la enajenación latinoamericana, del rencor iletrado, del populismo barato. 

Te conozco bacalao.

Igual voy a votar por Alan, hombre, así que cuida tus billetes, pero cuídalos de ti, de tu entorno, guárdalos para mayo, porque olemos tu rollo, pana, ya te dije. Tú buscas aliados, cachaquitos, desesperanzados, carne de cañón. Ya pues, si quieres arma tu manchita “de a tres”, ya, júntate con quién más te dé la gana, patéenle la puerta a Bush, háganle la bronca; tu TLC me llega, díganle. A ver quién más te cree. Yo, nica.

Ustedes los sátrapas, todos son iguales, dictadorzuelos, semi-dioses embriagados frente al espejo: nos reservamos el derecho de admisión, corralito. Si tu gente te viera comer, si tu gente te viera beber. Igualito que en Cuba, hombre, un boletito de doce panes para cada familia, ¿qué más quieres, acaso necesitas más? Qué más quiere Venezuela: de seguro que la otra casita, esa, la herencia del abuelo. ¿Tienes dos? ¡...fuiste piraña!, no tienes derecho, hay que hacer feliz a los demás, hombre. 

¡Chávez corazón!, corazón castrista, nacionalista, evo-moralista, ollanta-humalista; cebo de culebra. I’m nacionalist made in Perú; ricas las hamburguesas del Mc Donald, provecho Ollan-tayta. ¿Cómo, que el sistema está corrupto? Ollan-tayta, el sistema corrupto paga tus hamburguesas, papá. ¿What? ¿Que Bush es un burro?, y dale también tú, pana; pero si ese burro firma los ochenta mil millones de verdes que respaldan tus malacrianzas de sentina, de cloaca. No hay derecho –decía mi amigo el zurdo-. A los caseros no se insulta, hombre.

Puro fufurufo, cocodrilos del mismo pozo, así son ustedes, igualitos, sátrapas, dictadorzuelos, semi-dioses embriagados frente al espejo, y no sólo metiche; estás buscando tus intereses. Te conozco bacalao... por eso tu vehemencia, el nuevo eje latinoamericano, el sistema convertido en reino, la nueva svástica sobre tu boina (de izquierda a derecha). A ver quién más te cree. Yo, nica.


Efraín Quispe Melgarejo

Los insurgentes me apestan

La invitación que me hacen algunos grupos de insurgencia nacionalista, a través de mi correo me da pánico, y no por la invitación en sí, sino por la existencia de los mismos que nacen como ratas de la sombra. Y porque además, sí son ratas, digna de esta columna, iletrados oportunistas a los que la vida los ha tratado muy mal, porque de otro modo no serían tan fanáticos del absurdo absoluto con eso de la segunda república que desean fundar detrás de Ollanta Humala.

Me refiero al “Movimiento de Acción Nacionalista”, a los “Insurgentes por la Nueva República Peruana”, la “Acción Nacionalista del Perú”, entre otros, quienes bajo consignas como: “Insurgimos en la actual política peruana como una exigencia, como un deber cívico, obedientes a un mandato generacional e histórico, apremiados por una realidad desvaída, miserable, situación interna de enfrentamientos, corrupción, escepticismo que nos van llevando a la disgregación como país y ha conformarnos con un mañana sin futuro y sin grandeza...”, se vienen infiltrando entre la gente del SUTEP, la Construcción Civil, los sindicatos sobrevivientes, entre la gente más necesitada de la periferia donde llevan este mensaje de resentimiento –que ya existe y existirá-, de oposición al sistema político actual, fabricando un nuevo nihilismo comparable con el senderismo de los ochentas. Son pocos, están, se multiplican ahora menos que en campaña, pero siguen ahí. El eterno resentimiento del pobre que cree que todo millonario es malo, que todos blanco es enemigo del mestizo. Con ésta primitiva retórica Ollanta Humala cree ser la nueva fuerza opositora del país.

Les saco la lengua.

Yo le digo NO a los revolucionarios incultos y tarados, a esos que gritan “queremos que haiga pan”. Le digo No a los insurgentes cola de pericote, a esos que como Ollanta, anuncian defender el país de un Tratado de Libre Comercio (TLC ) y no dicen qué hacer entonces con el crecimiento de las importaciones hasta ahora alcanzado, con los miles de puestos de trabajo nuevos, con las oportunidades de desarrollo que tiene el país para seguir creciendo. ¿Alguna vez han propuesto qué hacer para remplazar eso? No. Proponen condicionar un intercambio comercial al que se nos invita. La escuela del sátrapa Chávez. Alan invita a Ollanta al diálogo y Ollanta condiciona la invitación. Eso es de pobres diablos, de los que por una campaña se sienten deidad, los igualados, los que no aceptan autocríticas, los perdedores que no ven su derrota, un trauma de la personalidad; un dictador en potencia. Suerte haber perdido él las elecciones.

“...Insurgimos decididos a terminar con esta dramática situación que a nadie satisface y a todos lastima, organizados en un movimiento político capaz de fundar la segunda república, capaz de retomar el hilo del proceso evolutivo de la cultura andina. Compatriotas estamos avisados...” Qué diablos tratan de decir, me pregunto. Contra quién van a insurgir los pobres diablos. ¿Contra un gobierno que ni siquiera se instala? ¿Qué es el proceso evolutivo de la cultura andina? ¿Queremos un país de Tahuantinsuyanos, de vírgenes del sol, politeísta? ¿Una amenaza abierta? 

No joroben.

En democracia se respeta a quienes, bajo el sistema democrático, participan como grupo o fuerza política constructiva. No se respeta a quienes atentan contra la idea de un Estado coherente, un gobierno de participación, diálogo, desarrollo para sus habitantes. Con los destructivos, con quienes desean tumbar el marco jurídico de la ley, hay que ser directos, señalarlos, decirles NO en todo, sacarles la lengua, pedirle al de arriba que se los jale por cangrejos, insurgentes nacionalistas colas de pericote, ratas dignas de esta columna. Me voy, señores, a mí ese tipo de insurgente me apestan.


Efraín Quispe Melgarejo

Carta aclaratoria

Señores:

Directores de medios televisivos

Debo confesar que me siento hasta las patas. Ya no sé dónde meter la cola debido a la vergüenza pública que ustedes, los del cuarto poder, me vienen infligiendo en cada uno de sus noticiarios. ¿Por qué? Cómo que por qué, si lo vengo repitiendo hasta el cansancio desde la aparición de los vídeos del tío Vladi donde se me ve -¡y esto me da más rabia!- jugando alegremente con el que fuera, para mi mala suerte, el anómalo, parafílico, desviado y pervertido de Kenji Fujimori.

Y ustedes ¿no se cansan, digo, de pasar a cada momento esas imágenes? 

¡Qué vergüenza! 

Esto me está trayendo muchos problemas, señores. Mis amigos me dicen que soy un animal, mi hermana dice que todavía no salgo del clóset y mi vecino el pitbull carnicero, ya me está viendo con otros ojos y sacándome la lengua de una forma medio rara...

Es bravo ser una mascota y querer aclarar el asunto, y más bravo es estar en el anonimato con este asunto y escribir esto siendo una mascota porque no faltará algún hijo de vecino que despotrique: ¡No seas animal, las mascotas no escriben! ¿Ya ven lo terrible que es aclarar el asunto?

Por eso debo repetir por enésima vez que, como ex mascota de Kenji, mi labor era estrictamente lúdica y no pervertida o patológica, como pretenden insinuar ciertos colegas suyos que reviven a Freud y a una manchita de psicoanalistas que han puesto en duda mi condición de macho y admirador de Lassie en función continuada sólo para adultos.

Y no me vengan con eso de que por si acaso no es novedad tener travesuras y jueguitos con el dueño o la dueña. Y claro, reconozco que hubiera sido diferente si en vez de Kenyi, me hubieran puesto a la gordita Keiko. Ahí sí que la hacía linda. 

-¡Guau... guau...!

Me entrevistaban en Gatopardo y daba la vuelta al mundo con ricocan hasta mi tercera generación. Y menos me vayan a salir con que, entre los griegos, es normal cepillarse a sus animales totémicos. No pues.

Mucho menos me vayan a florear con eso de los espectáculos privados donde los romanos se alucinaban viendo a otros hombres y mujeres en orgías con mascotas adiestradas que se quedaban calladitas porque ya les gustaba la vaina. 

Claro, es sabido que entre los Yoroba de Nigeria era costumbre que el varón se atrasara al primer antílope que cazara como signo de virilidad. En este mundo ni la hormigas se salvan porque en la sociedad Ponapé de la Micronesia, las indefensas e inocentes hormiguitas son obligadas a romper filas sobre la cosita de la mujer provocándole un repentino divorcio del marido que hasta ahora –¡pobre hombre!- se pregunta por qué.

Y así, habrán miles de historias que pueden generalizar el asunto entre las mascotas y sus dueños, pero mi caso, señores de la prensa... ¡óiganlo bien!, me preocupa porque ustedes, al hacer públicas las bajezas de Kenji durante mi adolescencia, me malogran la plaza con las dos cocker spaniel que por estos días andan en celo y con Fifí, la pequinés de la nueva familia que se acaba de instalar en la cuadra.

Siento mucho tomar esta determinación señores de la prensa, pero si vuelven a pasar esas imágenes que degradan mi dignidad dejándome hasta las patas, me veré en la penosa actitud de hablar con Lay Fun, quien me dirá: ¡Ladra compadre!, y que como ustedes bien saben, cuando muerde sí que es la muerte.

Atte.
La ex mascota de Kenji


Los expedientes secretos "popy"

(Lunes 16 de octubre, 2005)
Instalados de caleta en un hotelucho del jirón Chancay, los agentes Danna Scully y Fox Mulder terminan de serrucharse el catre con un mañanero que los dejará listos para investigar un nuevo caso psico-paranormal que tanto roche hace en esta parte del mundo: descubrir quién es aquel misterioso “Popy” de la alianza toledo-oliverista.

(Martes 18 de octubre)
Mulder chequea los comprometedores SEIS minutos del polémico “popy-audio”, los últimos SEIS programas de Hildebrandt, y las SEIS últimas denuncias contra el ex canciller bamba. Prueba lo con los programas de la tía Rosa María. Se regresa a Hildebrant. 24 horas después expone contundente su tesis: psicofonía, 666, además de una extraña posesión diabólica en el líder de la escoba. Los tres seis son la clave, susurra.

Scully lo agarra a escobazos mostrándole los informes escolares de 1940, donde el pequeño “Popy” resultaba una verdadera joyita de la indisciplina, un buscapleitos de primera, jalado en comportamiento, cero cinco en exposiciones, un miserable, antisocial, el 665.5 de acuerdo a su constelación astral de futuro (así que ni siquiera siendo tan miserable llegaba al 666 que era la perfecta imperfección); en pocas palabras era un repugnante mal hijo.

(Miércoles, 19 de octubre)
15 horas. Lo importante no es la procedencia del popy-audio, sino lo que hay detrás, concluye la aguda Scully. Mulder voltea el casete que tiene en la mano. No encuentra nada, se encoge de hombros y envía el material para la prueba respectiva a los yunaites. ¡...Ay Mulder!

(Jueves, 20 de octubre)
Por la tarde, ambos agentes se contactan con otro ¡aj!-gente: un tal Javier Quintanilla, especia-lista en desazones audibles: la cinta magnetofónica contiene voces del ¡más allá!, les dice, y el inocentón de Mulder se va más allá mientras que la agudísima Scully se queda con las voces del ¡más allá! que la llaman: ¡más acá!, una y otra vez hasta dejarla con la cabeza hecha un péndulo de la cachina.

De madrugada, Mulder regresa del más allá sintiendo que lo estaban agarrando de lorna, y sin celular porque ya le habían trajinado el bolsillo. Y es que como ustedes imaginan, ya saben lo que pasa cuando uno deambula a esa hora por la avenida Tacna.

(Viernes, 21 de octubre)
14 horas. El escáner de Scully recibe la respuesta categórica de los yunaites: ¡Me llegó un cable!, le dice a Mulder. ¿De luz?, responde éste (¡Ay Mulder!). El FBI lo confirma: ¡Pero si es el gran Popy! El estudio del laboratorio gringo alerta además de otro protagónico, un oscuro “...zar de las telecomunicaciones” a quien reconocerlo había resultado una chambaza.

¿Qué había pasado? Qué oyendo el casete en sentido contrario, el también Vito “papaupa” Corleone tenía un candente negociado con el mismo Satán, vestido de satén, a quien le había ofrecido el gas de Camisea para conectarlo a los pozos de fuego y azufre de ese ¡más allá! que Scully no entendía. ¡Mulder, no te vayas!, le grita a su compañero, y es así que intenta atar los cabos en voz alta. 

¿Mulder para qué son esos clavos?

(Martes 1 de noviembre, 2005 todavía)
Días más tarde, aún sin llegar al FIM del asunto, los agentes Danna Scully y Fox Mulder logran percibir a través de los pasillos del Palacio de Justicia, unas vibras extraterrícolas instaladas en cuanta instancia se investiga “The X-File Popy”. Sienten que hablan con zombies, que investigan entre fantasmas, que luchan contra fuerzas sobrenaturales formadas del conjuro “chakana-people”, una fuerza ancestral muy poderosa y descrita en los tratados más antiguos del sionismo ultra radical que ni siquiera ellos conocen.

(Miércoles 14 enero, 2006)
22 Horas. Scully redacta las primeras preguntas claves que servirán para darle la vuelta al caso y llegar como sea al FIM del asunto. ¿Cuáles son los verdaderos vínculos del famoso “Popy” con Vito “papaupa” Corleone para mantener negocios con Satán (...y siempre vestido de satén) a través del conjuro chakanista? ¿Por qué semejante ascenso en el poder de “Popy” en menos de cinco años? ¿Qué lo hace poderoso en esa relación-lapa con un gobierno que se va cayendo a pedazos?

Mulder, por favor averíguame todo sobre esa alianza, le dice Scully a su compañero. Y Mulder se va al estadio de Matute.

(Sábado 14 de febrero, 2006)
11.45 horas. Previo portazo de automóvil, la lesionada detective Danna Scully opta por la entrevista con el inentrevistable socio del gobierno chakano. Le recuerda desde su pañal aprista hasta el histórico juramento pirata con el que fue canciller. ¿Qué es? ¿Qué hay? ¿Un posible chantaje? ¿Un videíto guardado? ¿Algún secretito de alcoba?

Popy, de lo más papi, piensa en zamparle el portazo de gracia a la agente. Lo piensa dos veces y de pronto se ríe como siempre conspirador, levanta una ceja, saca las manos de los bolsillos con hueco, fija la mirada amenazadora, y ¡zas!; repite el gesto obsceno que hace siempre con los dedos índices y mordiéndose el labio inferior. De lo peor.

(Lunes 9 de abril, 2007)
Hasta la fecha señalada. Cuchucientos no sé cuántos interrogatorios más le hacen al alicaído moralizador en cuestión. Scully no puede terminar el caso, se cansa de las entrevistas. Y es que “Popy” (...siempre papi) termina lavándole la cara a la agente en cada floro porque escupe peor que una llama. Mulder sigue extraviado en algún lugar del barrio de La Victoria. El FBI sigue empeñado en saber quién es verdaderamente el intocable del famoso “popy-audio”. Vito “papaupa” Corleone tiene cinco canales de televisión y la bella Jessica Tapia sigue tapia que tapia su imagen por la tele.

(Viernes 21 de marzo, 2008)
21 horas. En la penumbra del mismo hotelucho del jirón Chancay, la agente Scully redacta un informe SOS: “Mayor Skinner, las evidencias no alcanzan el esclarecimiento total de los “X-File Popy”. Se recomienda volver a revisar el caso. Envíen pasaje de vuelta y una carta al programa CETV de Iwasaki para ubicar al agente Mulder”.


miércoles, 25 de junio de 2008

Mensaje celestial

Alan, hijo mío, cuando me dijeron que con tu bailecito del teteo eras la muerte, no entendí bien la cosa, pero ahora me sorprendes con eso de que quieres freír a la gente con la pena de muerte, incluso con referéndum y todo… cuando tú sabes que eso es más falso y peligroso que Ollanta cocinando la constituyente.

Tú sí que no aprendes, hombre… ¡¡¡Te he creado un loco…!!!

Pero vamos a hablar como hombres y a calzón quitado… de diosito a hombre mejor dicho.
…Tú sabes que yo soy el bravo y que a mi no me vienes con fufurufos ni floreos de candidato al que estás acostumbrado.

Te cuento que te voy llevando la cuenta y que mis ángeles ya te tienen chequeado porque la muerte sospechosamente te viene persiguiendo desde tu mandato anterior…

¿Te acuerdas de la matanza de los penales? ¡¡¡Ahí está pues, habla!!!

¿Te acuerdas del comando Rodrigo Franco? ¡¡¡Qué vas a decir ahora!!!

¡¡¡Y aguanta ahí!!!

¡No abras la boca! porque con tu floro maldito me convences en menos de dos segundos así como convenciste a los 28 millones de peruanos en el 85 y los dejaste con más hambre que en el África y pusiste en ridículo mi diluvio …y no contento con eso los volviste a convencer en el 2006 y ya nos estás matando de miedo, especialmente esta semana donde los alimentos están flotando por mi ventana.

No pues hijo. Mira ve. Tú eres mi creación y no me puedes hacer quedar mal, ¿estamos?

Aquí el único que fabrica cortinas de humo es tu pata Satán –vestido de satén- quien se quema feliz en el infierno donde lo tengo encadenado y adonde te vas a ir si sigues con tu rollo -no el de tu guataza- sino el rollo de la pena de muerte que me está trayendo muchos problemas aquí en mi paraíso …y con la pelona del otro barrio que te quiere jalar la pata porque dice que no sólo eres su pata sino que contigo harían un buen dúo.

Yo sé hijo que los violines de niños y los terrucos se merecen el infierno, sí, pero no la muerte; además, con esa tortuga judicial que te manejas casi matan a los cinco campesinos ayacuchanos que eran más inocentes que Sofía Bejarano tomando vino en casa de Víctor Vega…

Tú qué dijiste ¿que aquí no leemos diarios? Además las crónicas de alcantarilla me llegan puntuales -no a dónde tú piensas sino a mi correo del ciberespacio que es todo mío-.
¿Ya ves…? yo todo lo veo y todo lo sé porque soy tu diosito… el bravo, ya sabes…

Acuérdate del juramento de Estocolmo y no andes con las andas de mi hijo en octubre si estás en bronca con la vida; mira que acabas de ser padre de un bello niño como tú mismo dijiste y eso me lo tienes que agradecer, no por tu hijo nuevo, sino por el valor de tu gran esposa para apañarte semejante canita al aire…-saludos de Mónica Delta-.

Además, si vamos a hablar de gente que provoca terror tú estarías número uno -y si quiero te lo repito en francés- en la lista de los más buscados en mi paraíso adonde no te voy a dejar entrar así vengas acompañado de la tía Alcorta, quien me reza todas las semanas más puntual que reloj alemán, porque para eso no los he creado a mi imagen y semejanza… así que tranquilo nomás y deja de estar asustando a la gente y a la comunidad inter-celestial con eso de la pena de muerte porque que te salo el TLC y se lo guardo para el cholo en el 2011.

Tienes 24 horas para dejar tu conciencia un anís con el cardenal Cipriani o sino mi ira caerá sobre tu papada. 

¡He dicho!

Saludos, pero pocos.

Firma:

El de arriba (el bravo)


martes, 3 de junio de 2008

Mi espíritu navideño

Los que me conocen -para su mala suerte- pueden dar fe que mi entrañable espíritu navideño debe estar tan adentro mío que a veces ni lo siento. Me parece que después de todo sigo graduándome puntualmente en cada diciembre con todos los honores correspondientes de un aguafiestas absoluto.

¿Y por qué?, se preguntará usted.

Debo reconocer que no es honrosa esta confesión así que, como dicen los dermatólogos: vayamos al grano.

Toda empezó con el bendito pavo de navidad.

A mí nunca me gustó el pavo, menos al horno, en estofado, ni en hamburguesa o sandwich, y obviamente, prescindo de aquellos que se la pasan toda su vida haciendo méritos para identificarse con esté plumífero animal.

Pero el problema de fondo no fue la simple existencia del dichoso pavo en cuestión, sino que confesara públicamente durante el almuerzo, mi desdén por este tradicional plato que muchos creen digno e indispensable de la cena navideña...

Fue ahí donde comenzaron los problemas, caray.

Primero porque todos me miraron hasta provocarme la sensación que tiene todo pavo en diciembre. Y digo yo ¿a todos les gusta el pavo? No lo sé, me parece que no. En mi familia, que no es muy numerosa, soy el único que no come pavo. También pues, el pobre pavito al horno no se acaba nunca. Se lo comen el 24, queda para el 25, sigue quedando el 26. En el calentado del desayuno, en el almuerzo, el lonche y la cena del 27 continúa la tortura: el pavo se resiste a desaparecer.

Uno abre el frigider y encuentra pavo, abre los sanguches en la oficina y encuentra pavo, uno se mira al espejo y qué creen, -y resulta que hasta el aguadito del almuerzo era de pavo-, y para variar, la mascota de Elizabeth Quispe resiste a empujarse un ala de 30 centímetros porque ya se dio cuenta que al perro de la casa le han visto la cara, también de pavo, y lo han estado estafado con el mismo hueso hasta la bajada de reyes, y ahora el can preferido quiere su ricocan. Abuso.

Entonces decidí que mejor era cambiar de conversación, y como las postales en cadena que llegan por internet -¡y que a mi ya me llegaron... ya sabes usted a dónde!- me producen la misma repulsión que se merece la sarna, pensé que todos estarían de acuerdo en que semejantes mensajes por correo eran una reverenda pérdida de tiempo.

Era terrible abrir el correo -les dije- y encontrar cincuenta mil mensajes de navidad adjuntos de cincuenta mil correos a quienes les ha llegado el mismo floro con el mismo besito de yapa y todavía de un fulanito que ni siquiera conocemos, y que de paso, la hace de terrorista arrimándonos la amenaza de, que si no la reenviamos a otros cincuenta mil cristianos, la maldición de Ollanta Humala nos chanca en el 2011 completamente recargado. Qué miedo ¿verdad?

Por culpa de esos correos mi pobre Windows 98 hasta ahora no termina de resetear. Con decirles que ya la tengo que llevar a Wilson -no a las galerías de la avenida sino a mi amigo Wilson que es programador de sistemas-.

Y qué creen.

Mi comentario sobre las postales en cadena fue todo un éxito. Creo que por eso todos dejaron sus almuerzos a la mitad y se fueron corriendo, no sé si a internet o buscar agua de azahar, pero se fueron.

Después me enteré que todos los que me habían enviado esas postales con sus mejores deseos eran los que me acompañaban en la mesa. Y no es que uno quiera ser aguafiestas, pero ni siquiera estamos seguros que el niñito Jesús haya nacido el 25 de diciembre.

¿Ya ven?

¿Entonces quién inventó la navidad que celebramos?, se preguntará usted, -yo también-, que cosa creen. Habría que consultarles a nuestros tátara ancestros por medio de la ouija o al cardenal Cipriani que todo lo sabe.

En realidad la historia de la navidad puede ser más vieja que andar con los pies, pero lo que se celebraba en diciembre allá por el año 354 -para información del vulgo- era el famoso solsticio, o sea que hasta la navidad, muy en el fondo, puede que sea una estafa después de indagar como curiosos.

En Egipto, por ejemplo, en esos años uno se vacilaba rico el 25 de diciembre dándole su serenata dios Horus -divinidad solar-, y de paso se mostraba en público a un niñito recién nacido para ganarse con la bendición de los rayos solares –¡así de ingenuos!-.

Los romanos también juergueaban, aunque sin regueaton ni perreo navideño, pero con un carnaval de padre y señor mío donde no existía comilona con pavita trozada San Fernando, ni chocolate y ni siquiera el Panetón del Amor del padre Martín, y más bien fueron culpables los romanos de que ahora, estemos con el rollo del amigo secreto porque ellos acostumbraban intercambiar regalitos a la media noche.

En el año 274 el emperador Aureliano eligió el 25 de diciembre para consagrar un nuevo templo al astro rey -que no era ni Maradona ni Pelé- pero que nacía fulgurante y esperando que los D´onofrio en algún momento le inventen su helado.

En la mitología cristiana Jesús era el sol que nace, el sol de la justicia, era lógico pues que se colocara la fiesta en su nombre para sustituir la juerga pagana que ya existía. Además en los tiempos del cristianismo nadie festejaba las fechas de nacimiento de las personas sino el de la muerte.

-¡Ajá!, ahí sí que no estoy de acuerdo, señor, ¿o sea que de ser igual hasta nuestros días los mariachis se hubieran quedado sin chamba y las tortas no hubieran existido a la media de la noche en el cumpleaños de Diana?

Esa misma pregunta se la hice a la pareja circunspecta de Martín Minaya y su novia, quienes al sacrificar todo su almuerzo conmigo, se mostraron imperturbables y con unos ojos de asombro afilado; yo pensé que eran por el interés total que les causaba mi conversación, y resulta que ambos eran catequistas de confirmación de una parroquia de Breña y estaban terminando la carrera de pedagogía para ser maestros de religión y recién llegaban de armar su arbolito de navidad. 

La verdad es que no siempre le cae uno bien a todos.

Ahora, lo que no entiendo es por qué desde ayer cada vez que me ven almorzando, ambos se colocan unos crucifijos de plata y buscan la mesa más alejada para descansar.

No será por lo que les he contado ¿no?

Ya me lo hubieran dicho, creo.

Nuestra productora Natty Ortiz

Sucedió inexplicablemente. Apenas el “Club de amigos” -... ¿Cómo qué cuál club? ¡El de los domingos de 4 a 5 de la tarde, y por radio Santa Rosa!- Bueno, les decía que apenas el programa comenzó a galopar en los trajines de la fama -nunca antes registrada en la radiofonía del país-, una breve anécdota opacó nuestra bonanza.

No se sabía con exactitud cómo ni cuándo, algo le había dado ese “quid misterioso” (y de buena suerte) a nuestro humilde, franciscano, y católico-apostólico-romano espacio radial. Lo cierto era que de la noche a la mañana, y sin que nos demos cuenta, el “Club de Amigos” ya competía con emisoras de peso como Radio programas, CPN y la misma 11.60 radio noticias. (…No se ría, que es cierto).

Las llamadas telefónicas eran dignas de elogio. Los oyentes (millones en el ámbito nacional) se comunicaban con la emisora de distintos puntos del país tan sólo para felicitar el contenido de las entrevistas, de las secciones. Llegó un día que el programa se hizo sólo de puras llamadas de provincias. Después fueron internacionales: desde del Ecuador, de la frontera con Brasil, hasta desde las mismas islas Malvinas donde nos escuchaban religiosamente fieles.

Era única la situación, las líneas reventaban, no paraban de sonar. Se habilitaron 14 teléfonos sólo para nuestro programa, de donde pudimos comprobar que nuestro Océano Pacífico, albergaba anónimas tierras en nuestro sufrido mapa, que estaban pendientes del “Club de amigos”. Era una barbaridad, una cosa impresionante.

Y qué decir de las cartas, rebalsaban en los buzones de la radio. El padre Juan Sókolich y la señora Lucy Borja y demás administrativos se pasaban tardes enteras revisando los mensajes, y aún así ni se daban abasto. Tanto, que los buenos muchachos de Prensa tuvieron que colaborar revisando los e-mails por internet. Todo, todo era un sólo pedido; que el “Club de Amigos” amplíe su horario a toda la semana y de cuatro horas seguidas por las mañanas, además de un especial los sábados y domingos por las noches, y en vivo.

El padre Juan no tuvo otra salida. Se vio acorralado por las innumerables estadísticas que respaldaban el pedido, además de una gran concentración de socios de la radio y público en general de Lima y provincias -encabezados por Heydi Fallaque-, quienes se apostaron en la Plaza Chabuca Granda para apoyar el cristiano reclamo. Cuando el padre Juan le dio las respectivas Ave Marías al asunto, su decisión ocupó las primeras planas de los diarios. Todo era felicidad.

Era impresionante, la amenidad del programa, la sagacidad del conductor, el background de la locutora, la variedad de los invitados, la lucidez de los comentarios del día. Hildebrant era una zapatilla vieja, qué Ramírez Lazo ni chema Salcedo, qué Alberto Ku Kin, de CPN. Radio nacional era un chancay de a veinte a lado del “Club de Amigos”. Qué los Gaitán Castro, qué Medio día Criollo, qué programas culturales; todos eran papas rellenas a lado de secciones como “Collage”, “Conociendo el Perú”, y “Quién se llevó mi queso” (…nada de risas, más respeto por favor).

Ante este megafenómeno radial, el Consejo de la Prensa Peruana se puso las pilas, lo mismo el Apfacom por las universidades de Latinoamérica y la empresa consultora CPI, quienes esde su CPU decidieron estudiar el caso.

Hicieron miles de encuestas, estudios de mercado, focus group, focus Watts, focus LG y hasta focus ahorradores.
Al cabo de tres meses de aguda y rebuscada investigación, chapoteando en los pantanales suburbios magnetofónicos de la radio -o sea en los archivos-, el resultado tenía una sola respuesta...

No, no era el inteligentísimo, perspicaz, incisivo, brillante, magnífico y además humilde conductor -por favor evite las risitas, mas seriedad ¿quiere?-. Menos era la precisa y neutral opinión de la conductora; el resultado tenía una sola respuesta. No, no eran los auspiciadores, ni las características de fondo, tampoco las...

- ¡Oiga, déjese de “floros baratos” y diga de una vez cuál es la respuesta!

Está bien: era nuestra productora Súper Natty Ortiz.

Así como lo oye, ella solita era el alma de la fiesta o mejor dicho de la fama.

El Consejo de Prensa Peruana en la voz de Enrique Zileri, imponía la tesis de que el rating más alto en el “Club de Amigos”, se daba sólo en las intervenciones de nuestra productora. Era su voz –decía todo un grupo de consultores, intelectuales, sociólogos y gente de esa “chamba”-. Nosotros pensamos lo mismo –dijeron los del Apfacom y CPI , siempre desde su CPU les siguió la corriente.

Pero ahí no quedaba la cosa. Habían escudriñado tanto que, en un ensayo de 14,954 páginas -la Biblia les quedó chica. Ni las páginas amarillas- exponían claramente al motivo de tanto jale en el programa: la mezcla dulce, parsimoniosa y clara de su voz de niñita buena, su femenino acento marcado, circunspecto, delicado. Al país le gustaba eso, ahí estaban las pruebas, ya no había nada más que decir; nuestra productora, Súper Natty Ortiz ¡era lo máximo!

El zoom de la de Lima se puso de pie para aplaudir la científica explicación de tan epónimo suceso, pero Mr. Zileri pidió calma. Sí, calma hinchas acérrimos de nuestra productora que aún hay más -por algo no se habían cepillado las pestañas redactando 14,954 páginas-.

Las aptitudes de nuestra productora encerraban sólo un 30% de sus celebradas cualidades (tranquilo, no se me engorile, calma, calma), el otro 70% restante radicaba (¡agárrese!) en nada menos que en su inseparable botellita de té.

Tal como lo oye. Sí perucho lindo, en una refrescante botellita de té que se hizo moda en nuestro mono país.

De pronto podíamos apreciar hasta en los noticiarios más serios del país, que Zenaida Soliz hablaba por televisión, y a lado, tenía una botellita de té que consumía a sorbos por momentos, igual Rosa María Palacios, Hildebrant. Los noticiarios matutinos, los de mediodía, de las diez de la noche, hasta el presidente Toledo quien en su mensaje presidencial de julio del 2003, apareció misteriosamente con su botellita de té a lado (muy vivo, porque con la moda de nuestra productora subió de 9 a 24 puntos en las encuestas, pero ese es otro tema).
Todo estaba bien, al menos para nuestra productora que se daba la gran vida. Toda una diva. 

Y decimos durante un tiempo porque, justo entre la espumante etapa de su celebridad, la prensa hizo suya el tema.

No faltaron los diarios sensacionalistas (los “chichas”) quienes comenzaron a especular que la botellita de té de nuestra productora, era realmente una chata de ron -¡Qué miserables!-, porsupuesto que no lo era -al menos en ese tiempo todavía no lo era- aunque la investigación obra su curso en la tortuga judicial, perdón, en el respetable Poder Judicial.

Entonces la polémica nacional acerca de, si lo que tomaba nuestra productora era realmente de una botellita de té o de una chata de ron, se instaló en el congreso (los legisladores estaban en la onda). Pero su pronunciamiento posterior fue claro, firme, decisivo. De confianza y respaldo absoluto: nuestra productora bebía de una refrescante botellita de té y punto.

Aunque la confusión ya estaba resuelta por el lado moral, los anunciantes fueron los más perjudicados, y por el contrario, los importadores de ron quisieron sacarle ventaja al asunto matriculándose con la suya, pero como nuestra productora, Súper Natty Ortiz, no comulgaba ni con el alcohol medicinal -ya les dije que al menos en ese tiempo no. Créame-, al cabo de unos meses toda la moda de la botellita de té se diluyó y por ahí se volvió a escuchar -otra vez en la a.m.- al “Club de Amigos” de siempre.


Los expedientes secretos X

San Juan de Lurigancho 8:26 p.m. Perú (Música de la serie).

La verdad es que aquella “Alianza o pacto de gobernabilidad por San Juan de Lurigancho” traía muy preocupado al agente Fox Mulder. El FBI lo había alertado meses atrás, y él, ya instalado en nuestro distrito y visionando una y mil veces los vídeos de las tres últimas sesiones de concejo, había llegado a la conclusión de que el citado caso municipal, tenía claros indicios de “X Files”. Y no es que fuera un escéptico repugnante (como nosotros los periodistas), pero desde que el inefable premier Ferrero y el mismo presidente Toledo anunciarán a los cuatro vientos la novedad, la cosa parecía ya más gastada que suela de ambulante. No era posible, sospechaba Mulder. 

Los regidores del Bloque opositor discutían la vacancia del alcalde Rabanal, denunciaban casos de corrupción y eran agredidos hasta física y verbalmente por ello. De pronto, todos parecían haber sufrido un repentino cambio, una extraño alzheimer colectivo donde ya nadie mencionaba ni siquiera palabra alguna del sonado caso “Malecón Checa”, y donde, luego de padecer una insólita hemiplejía en las extremidades superiores, ahora todos los regidores hermanados por una fuerza sobrenatural, levantaban los brazos, prestos a aprobar todos los pedidos que hacía el mismo burgomaestre a quien días antes cuestionaban. 

Fox Mulder entrevistó a los involucrados, consultó un par de médicos y varios psicoanalistas. De noche, luego de una agotadora jornada de análisis, redactaba un primer informe: “De acuerdo a lo investigado, hasta el momento el comportamiento de un grupo de regidores del concejo municipal presenta rasgos de un finisecular fenómeno de bloqueo mnemotécnico. Antes, los citados regidores pretendían revocar a su autoridad edil. Ahora, con el correr de los días, se ven trastocados por una asombrosa energía electromagnética, posiblemente emanada de uno de los artefactos de apariencia inocua que utiliza el burgomaestre durante las sesiones, y que produciría efectos de hemiplejía zonal en el cuerpo a través de unos sonidos tintineantes que serán objeto de análisis en las 24 horas siguientes”. 

Por la mañana, Mulder se presentó a la oficina de imagen del municipio para pedir la dichosa campanita del alcalde. La envió para su estudio a un laboratorio de Washington, y por la tarde, los resultados no arrojaron nada. Mulder revisó los archivos de la comuna para ver si había casos similares registrados anteriormente; nada otra vez. Sus informes posteriores carecían de sustento hasta que, cansado de buscarle sentido a la insólita actitud de los regidores, llegó -nadie sabe cómo- hasta el consultorio folclórico de un chamán de la avenida Tacna. Pagó en dólares y dijo: vengo por un caso municipal. Entonces te va costar en doble. Pagó de nuevo. 

Cuatro horas de olímpico floreo y el pobre Mulder salió más extraviado que el jefe de Estado en una reunión de alcaldes. En su desbaratado informe final escribió: “La recesión económica, más que la ingobernabilidad por la atraviesa la comuna de San Juan de Lurigancho, es la respuesta más cercana a las demandas antes cuestionadas; claro, si antes no había ni para el té, menos iba haber para el desodorante. Pasó el fin de mes y todos los regidores -que incluso están a dieta- alzan los brazos de felicidad -¡Palabra que hasta en plena sesión de concejo!-, razón por la cual, todos los cargos y sospechas antes planteadas quedan sin efecto. 

Se recomienda volver a revisar el caso. Por favor Washington, enviar la campanita del alcalde con urgencia”.


Efraín Quispe Melgarejo
05/09/04

lunes, 2 de junio de 2008

¡Manam Kanchu, papay!

A fines de enero -como en estos días pero en 1531- y después de varios intentos, el barbón Francisco Pizarro llegó en barcos apolillados hasta Piura. Cuando se enteró del roche entre Huáscar y Atahualpa, avanzó como las ratas, hasta otra ciudad con nombre de jarabe llamada Sangarara, donde fundó -después de fundir a balazo limpio la población incaica- la primera ciudad española llamada San Miguel de Piura; pero este detalle importantísimo e histórico no nos interesa así que sigamos con lo nuestro.

En Cajamarca, Pizarro arregló una entrevista con el más más del imperio incaico, y Atahualpa, que valgan verdades era un Inca despistado y que había llegado hasta la ciudad de los quesos para darse un baño en las aguas termales con todo y chancletas, no se enteró que el barbón era un saqueador de primera. Por el contrario, pensó que la entrevista era con un reportero de Biographic Channel.

Cuando Francisco Pizarro llegó les metió un cuentazo. 

Primero la foto, dijo, y todos los vasallos que se juntaron en mancha para salir con la sonrisa de caballo en primer plano, se enfriaron en mancha pues los barbudos españoles los fusilaron en el acto mientras que un curita les daba la extrema unción.

Entonces el Inca Atahualpa dijo: Ah no papá... tú ser barbón mentiroso. Y Pizarro le respondió. Joder, mentiroso es tu Dios, y le mostró la Biblia, y Atahualpa replicó: ¡¡¡Ama Llulla!!!, y Pizarro se preguntó, ¿Ama qué? ¡¡¡Ama Sua!!!, contestó el Soberano. ¡Yo “amo” a mi esposa, jilipollas! 

Atahualpa no entendió el insulto, y se quedó pensativo, y Pizarro, que además era un ignorante de las leyes en el incanato, de puro picón ordenó su arresto porque sintió en el alma que un serrano lo estaba agarrando de cholito.

Pero Atahualpa no era un tonto. 

Le ofreció un cuarto de oro a Pizarro a cambio de su liberación. 

El barbado español se alucinó que le iban a llenar de oro toda la habitación donde estaban. 

-¿Qué, no querías un cuarto de kilo? -preguntó Atahualpa. 

Pizarro se puso peor que un pichín y ordenó que le llenaran de oro el cuarto de dos metros y medio de alto. Y todo ese oro se lo robó con todo y las chancletas mojadas de Atahualpa a quien ordenó ahorcar bajo el delito de idolatría, conspiración y tomadura de pelo en contra de la madre patria.

Muerto el Soberano, Pizarro necesitó un nuevo Inca para llegar a Lima, por eso escogió a Túpac Hualpa a quien le dijo: ¡Ahora híncate delante mío!, y Túpac Hualpa en vez de hacer una reverencia cogió su lanza y se hincó el corazón y se murió. Y por ahí que la cosa se le empezaba a poner color de hormiga africana al genocida. Entonces Pizarro necesitaba una manito y se la pidió a otro indio que después terminó siendo Manco Inca.

Y así, éste truhán se pasó como tres años en pleno saqueo del Tahuantinsuyo. Entró al Cuzco como la tía Eli en su casa y se levantó a cuanta Virgen del Sol encontró, matando indios como moscas, comiéndose todos los camarones y el mejor paiche de nuestras costas y llevándose todo el oro del antiguo Perú.

Pero la cosa no termina ahí. Con la panza llena, Pizarro llegó hasta Lima y se rayó. Ésta tiene que ser la Ciudad de los Reyes, dijo, pensando en sus padrinos los Reyes de España, que además le tenían una mermelada aparte.

Así, el miserable llegó hasta la puerta del curaca Taulichusco, que como sabrá el vulgo, era lo que hoy en día es el alcalde y vivía, en lo que hoy, es el Palacio de Gobierno. Allí se mandó con todo. 

-Quiero este valle para fundar mi ciudad -dijo. 

-Manam Kanchu, tayta -respondió Taulichusco. 

-No, no quiero cancha ni quiero té, quiero la ciudad, -insistió Pizarro. 

...Manam papay, manam -se negaba Taulichusco. 

-Joder, hombre, que quiero la ciudad he dicho -insistió el barbón. 

Entonces Taulichusco se achoró: -

¡¡¡Manam Kanchu, carajo!!! -gritó asadazo, y agarró a guaracazo limpio a Pizarro y toda su mancha. 

-No vamos a desaparecer -gritó, y esa fue la frase final del abuelo Taulichusco.

En venganza Pizarro mandó secuestrar a la familia de Caxapaxa, asistente de Taulichusco que vivía –información también para el vulgo- en lo que hoy es la Catedral de Lima.

A pesar de todos los intentos del viejo Taulichusco para no ceder, sabía que estaba en minoría y que las guerras internas habían debilitado el imperio incaico. Taulichusco sabía que ya no había más remedio que negociar con el enemigo y que con su muerte se terminaba de quebrar la historia.

Al final a Taulichusco le dieron vuelta -para que no vea quién lo iba a matar-.

Así Pizarro fundó Lima en 1535 y lo celebramos todos los años. 

Por otro lado la iglesia católica se ganó con la casa de Caxapaxa para construir sus templos y un montón de terrenos para comenzar la evangelización después de la matanza indiscriminada. Increíble pero cierto.