lunes, 2 de junio de 2008

Una cita para compartir

... el hombre nunca sabe para quién padece y espera.
Padece y espera y trabaja para gente que nunca conocerá, y que a su vez padecerán y esperarán y trabajarán para otros que tampoco serán felices, pues el hombre ansía siempre una felicidad situada más allá de la porción que le es otorgada.
Pero la grandeza del hombre está precisamente en querer mejorar lo que es. En imponerse tareas.
En el reino de los cielos no hay grandezas que conquistar, puesto que allá todo es jerarquía establecida, incógnita despejada, existir sin término, imposibilidad de sacrificio, reposo y deleite. Por eso agobiado de penas y de tareas, hermoso dentro de su miseria, capaz de amar en medio de las plagas, el hombre sólo puede hallar su grandeza, su máxima medida, en el Reino de este Mundo.

Alejo Carpentier

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