jueves, 26 de junio de 2008

Olemos tu rollo, pana

De lo peor. Ya fuiste compadre. Habla nomás que ya estamos hartos, olemos tu rollo, pana. Bacán todopoderoso, que pena, pana, te la hicimos con el TLC. Reniega, haz tu pataleta, insulta, haz tu show. Patéticos exabruptos, igual te van a aplaudir –pobres, sino los encarcelas; pobres, delincuente de dignidad; pobres. 

No quieren contigo, te odian, hablan mal de ti, viven asqueados; lo saben, sobrevivir es la consigna, y aplauden. Así cualquiera, tío, la coyuntura, pana-. Cuba, tu modelo, detrás está Bolívar. Claro, dos soles no brillan en un mismo cielo; asistirás a Bolivia, claro, siempre debajo de ti –tú sabes que son migajas-. ¿Lo mismo acaso con nosotros? Ya pues, a ver, ya, Chávez-Cristo. 

No me atarantes, hombre, y santifica nomás al coma-andante Humala; me huele a Evo, ...pof!, la misma colonia que no sudas. Tú hueles a dólar, pana, a ochenta mil millones de dólares cada mes. Ya quisiera Evo tener tus petro-olores, o sea, tus petro-dólares, da igual, al fin y al cabo, después, si termina su mandato, estará quemado y tú seguirás; control machete ...dame, dame, dame el power. Ya quisiera Ollanta tener tus acuerdos militares. Se la hiciste, el mismo romance castrista, el comunismo salvador, la paranoia iraquí, un salvavidas asolapado a los que aterran en Colombia, la reverencia coreana a tus retratos -¡oh my god!-, ya quisieras eso, caficho de la enajenación latinoamericana, del rencor iletrado, del populismo barato. 

Te conozco bacalao.

Igual voy a votar por Alan, hombre, así que cuida tus billetes, pero cuídalos de ti, de tu entorno, guárdalos para mayo, porque olemos tu rollo, pana, ya te dije. Tú buscas aliados, cachaquitos, desesperanzados, carne de cañón. Ya pues, si quieres arma tu manchita “de a tres”, ya, júntate con quién más te dé la gana, patéenle la puerta a Bush, háganle la bronca; tu TLC me llega, díganle. A ver quién más te cree. Yo, nica.

Ustedes los sátrapas, todos son iguales, dictadorzuelos, semi-dioses embriagados frente al espejo: nos reservamos el derecho de admisión, corralito. Si tu gente te viera comer, si tu gente te viera beber. Igualito que en Cuba, hombre, un boletito de doce panes para cada familia, ¿qué más quieres, acaso necesitas más? Qué más quiere Venezuela: de seguro que la otra casita, esa, la herencia del abuelo. ¿Tienes dos? ¡...fuiste piraña!, no tienes derecho, hay que hacer feliz a los demás, hombre. 

¡Chávez corazón!, corazón castrista, nacionalista, evo-moralista, ollanta-humalista; cebo de culebra. I’m nacionalist made in Perú; ricas las hamburguesas del Mc Donald, provecho Ollan-tayta. ¿Cómo, que el sistema está corrupto? Ollan-tayta, el sistema corrupto paga tus hamburguesas, papá. ¿What? ¿Que Bush es un burro?, y dale también tú, pana; pero si ese burro firma los ochenta mil millones de verdes que respaldan tus malacrianzas de sentina, de cloaca. No hay derecho –decía mi amigo el zurdo-. A los caseros no se insulta, hombre.

Puro fufurufo, cocodrilos del mismo pozo, así son ustedes, igualitos, sátrapas, dictadorzuelos, semi-dioses embriagados frente al espejo, y no sólo metiche; estás buscando tus intereses. Te conozco bacalao... por eso tu vehemencia, el nuevo eje latinoamericano, el sistema convertido en reino, la nueva svástica sobre tu boina (de izquierda a derecha). A ver quién más te cree. Yo, nica.


Efraín Quispe Melgarejo

No hay comentarios: